El que sería maestro y figura relevante de la generación del 98, nació en Bilbao en 1864. Estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid, doctorándose con sobresaliente con una tesis sobre la Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca (1884). En 1891, el mismo años de su matrimonio con Concha Lizarraga, consiguió la cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, de la que fue nombrado rector en 1901, siendo cesado del cargo en 1914 a raíz de un artículo contra Alfonso XIII.
Vicerrector y decano de la facultad de letras, en 1921, su oposición a Primo de Rivera le costó en 1924 la deportación a Fuerteventura. Fugado de la isla, residió en Hendaya hasta la caída del dictador en 1930, volviendo a España en esa fecha. Fue elegido diputado de las Cortes constituyentes y nombrado rector perpetuo de la universidad de Salamanca en 1934. En julio de 1936 se posicionó a favor de los militares sublevados, por lo que el gobierno de la República le cesó en su cargo. Fue repuesto por el gobierno franquista quien, a su vez, lo cesó tras el sonado y público, en presencia de la esposa de Francisco Franco, enfrentamiento con el general Millán Astray en octubre de 1936, siendo sometido a arresto domiciliario. Falleció a las pocas semanas de ese incidente.
Su obra abarca tanto ensayo como poesía, novela como teatro y toda ella está impregnada de una profunda filosofía. El vitalismo existencial de Unamuno, influido por Sören Kierkegaard, proviene no tanto de su fe, sino de la duda expresada en un conflicto permanente entre espíritu e inteligencia, existencia y pensamiento. Toda su variada obra está recorrida por dos temas básicos del pensamiento unamuniano: el problema del ser humano, de su existencia y su inmortalidad, y el problema de España.
Cabe indicar, como breve resumen, que su obra, su vida, quedan como la personalidad humanística española más importante de su tiempo. El lenguaje utilizado por Unamuno expresa con claridad no exenta de lirismo una atormentada mística, un sentido trágico del cristianismo que es absolutamente personal y tuvo una gran influencia en su época.